Propósitos para 2024: Empieza tu ruta hacia el bienestar total con tu bienestar sexual
Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Los nuevos comienzos nos animan a alcanzar nuevas metas, a replanificar la ruta; a tacharla y volver a empezar, o quizá, incluso, a emprender una nueva. En Año Nuevo ponemos a cero el contador y mientras unos se comprometen con el gimnasio, otros echan mano de los libros. Cada lista de propósitos es única, pero si hay algo que nos une en este nuevo comienzo es la urgencia por mejorar algún aspecto de nuestra vida. Prosperidad y propósito van hoy de la mano.
La conclusión es que buscar nuestro bienestar es algo intrínseco al ser humano, no tiene nada de extraño ni de malo. De hecho, el propio bienestar se ha convertido en una de las palabras más utilizadas este año. Para ponerlo en contexto: los dos últimos años de incertidumbre que hemos vivido, la reconexión después de haber estado tan restringidos, un nuevo orden de prioridades... Todo ello nos lleva a la búsqueda de mejores momentos, mayor placer, más equilibrio. En pocas palabras: felicidad.
¿Dónde está el bienestar?
El bienestar puede encontrarse en cualquier lugar, en cualquier momento, en compañía de quien tú elijas o completamente solo. El deseo hace que nos centremos en el bienestar y no al revés (como estamos acostumbrados). Tu actividad de bienestar puede no tener nada en común con la de otra persona, porque no compartís los mismos deseos. Por eso, la clave para encontrar el bienestar es saber lo que te gusta y lo que no.
Muchas veces hacemos las cosas por inercia. Ocurre en todos los ámbitos de la vida, no sólo en el sexual. Algo que puede considerarse normal y divertido, como salir por la ciudad, puede no gustarle a alguien. Sin embargo, esa cosa supuestamente "normal y divertida" te arrastra hacia una realidad que en realidad no quieres, pero que crees que es la correcta.
A ver si nos entendemos, salir de marcha está muy bien para los que quieren; pero ¿qué pasa con los que no quieren? Esta misma reflexión podría hacerse sobre todo; tus hábitos, tus prácticas sexuales, tu tiempo de ocio, tu trabajo... Dar las cosas por sentadas puede alejarte de tu bienestar. Entonces, ¿cómo acercarnos a él?
Es tan sencillo como escucharse a uno mismo
Hay mucho ruido ahí fuera. Las ideas preconcebidas y la visión colectiva del mundo a menudo pueden llevarnos a situaciones que ni siquiera hemos evaluado. ¿Quiero estar aquí? ¿Esto me atrae realmente? ¿Me gusta? ¿Qué es lo que realmente deseo?
Retarte y escucharte es un ejercicio saludable para aprender más sobre ti y tus gustos. Puede que tengas una personalidad hecha y derecha, un carácter bien definido y que tus rutinas nos digan todo lo que necesitamos saber sobre qué tipo de persona eres, pero párate a pensar un momento: Si pudieras hacer cualquier cosa ahora mismo, ¿qué harías? Y ahora empezarán a llover las respuestas.
Bienestar en su conjunto
Pero este manido concepto de bienestar, ¿en qué consiste realmente? ¿Es sólo la falsa e insatisfecha búsqueda de la felicidad de antaño? No exactamente. Ya hemos asumido que la felicidad se compone de momentos concretos; que una vida feliz es aquella que se compone de momentos felices. Pero el bienestar (aunque bien puede generar felicidad) se deriva más de la responsabilidad: hacer de lo que tienes una realidad en la que te parezca bien vivir. Por ejemplo, recibir una invitación sorpresa para comer en tu restaurante favorito es un momento feliz. Tomar la decisión de aceptarla es abogar por tu bienestar. Y, por si te lo estabas preguntando, sí, esto también constituye un momento feliz.
El bienestar es equilibrio, es placer buscado. Se diferencia del hedonismo y la vanidad en que esta búsqueda tiene en cuenta lo que realmente queremos y merecemos. Además, junto con el bienestar físico, también abarca el bienestar mental y espiritual para que puedas cuidar y nutrir todo tu ser con aquello que te aporte placer, apoyo y equilibrio.
El bienestar sexual como vínculo
Sin duda, el bienestar sexual forma parte del bienestar general. Es un eslabón más de la compleja cadena que eres tú. Cuidar tu bienestar sexual es trabajar en tu bienestar integral. Hacerse preguntas y escuchar las respuestas también puede aplicarse al ámbito sexual. Descubrir tus verdaderos deseos, dar prioridad al placer, conocer tu cuerpo, disfrutarlo y distanciarte de ideas preconcebidas construirá una buena y estrecha relación con tu sexualidad.
Esto se debe a que el sexo alimenta todos los demás parámetros que te hacen ser quien eres. A nivel físico, es un excelente ejercicio físico, mejora la musculatura pélvica gracias a los orgasmos, aporta brillo a la piel, refuerza el sistema inmunitario y reduce el dolor. A nivel psicológico, aumenta la autoestima y la percepción de uno mismo, libera endorfinas que reducen el estrés, aporta una sensación muy agradable de bienestar y relajación, y ayuda a conciliar el sueño. Y a nivel espiritual, ya sea interpersonal o intrapersonal, te conecta con los demás y contigo mismo. El sexo es un lenguaje innato que vincula a las personas o te reconecta con tu yo más primario.
Ahora sigamos con las resoluciones.
Resoluciones para 2024
El bienestar no es inalcanzable, en absoluto, y además es una tarea de fondo. Lo bueno es que por cada paso adelante que des, rara vez darás uno atrás. Cuidarte y nutrirte puede convertirse en tu estilo de vida, en tu filosofía. Prestar atención a tus deseos sexuales, a las prácticas que te excitan, a la autoexploración... podría abrirte todo un nuevo prisma en el que el placer está a flor de piel.
¿Qué le parecen estos propósitos para 2024? ¿Los cumplirá?
- Priorizar mi placer.
- Desafiar mis deseos
- Remodela mis deseos.
- Respeta mi espacio.
- Reconectar conmigo mismo.
- Nutrir mi cuerpo.
- Nutrir mi mente.
- Evita las ideas preconcebidas.
Añade a esta lista de propósitos para 2024 todo aquello que alimente tu bienestar sexual. Recuerda que el bienestar se consigue conociéndote a ti mismo, atendiendo a tus verdaderos deseos y encontrando el equilibrio. No debes comprometerte a cumplir los propósitos de los demás, ¡solo los tuyos! ;)
