¿Está utilizando el tipo correcto? Los lubricantes no son todos iguales

A veces son un extra y a veces una necesidad. Los lubricantes, también conocidos como geles de placer, son excelentes para muchas cosas, sobre todo para reducir la fricción. Pero, por supuesto, tienes que saber cuál es el adecuado para ti.

Hoy en día somos cada vez más conscientes de nuestra sexualidad y de todo lo que conlleva. Hemos pasado de hacer el acto, sin pensar en los cómos y los porqués, a prestar atención a nuestras necesidades, a lo que nos gusta y a cómo podemos mejorar y alimentar nuestro deseo y placer. 

A decir verdad, la cosmética erótica no sólo está de moda, sino que ha llegado para quedarse. Marcas como la nuestra, Bijoux Indiscrets, son pioneras no sólo porque ofrecen una solución a la fricción durante el sexo, sino porque, a través de sus geles de placer, fomentan la investigación, el juego, la experimentación y han revolucionado las relaciones sexuales y la masturbación.

Pero no todos los geles de placer sirven para lo mismo. "Después de quince años en el sector erótico y de aconsejar a tanta gente que nos pruebe, hemos oído auténticas barbaridades", confirma Elsa Viegas, cofundadora y diseñadora de Bijoux Indiscrets. "Desde gente que no sabía lo que contenía el lubricante que usaba, hasta gente que usaba vaselina. Es importante estar informado y tener unos conocimientos básicos, no sólo a efectos de placer, sino que también puede afectar a la salud", afirma Elsa. Y es que utilizar el tipo de producto equivocado en los genitales puede provocar brotes de hongos, infecciones... e incluso ser contraproducente para su función principal: eliminar la fricción. Evita usar vaselina, aceite vegetal o cualquier otro producto que no esté específicamente diseñado para uso íntimo.

Los tres tipos principales de gel

Seguro que estás familiarizado con ellos, y si no lo estás presta atención, porque esto te dejará totalmente cualificado en geles de placer, y eso es siempre, SIEMPRE, algo bueno. Los tres tipos principales de geles de placer son: a base de agua, a base de silicona y a base de aceite. No todos hacen el mismo trabajo, de hecho algunos están estrictamente prohibidos dependiendo de lo que estés haciendo.

A base de agua

El gel a base de agua es el que más se parece a la lubricación natural y es perfecto para recurrir a él repetidamente si tienes problemas de lubricación. Son fáciles de limpiar, no dejan residuos y pueden utilizarse con todo tipo de juguetes y con preservativos. Ah, sí, ¡y suelen ser comestibles! No para que te los comas a cucharadas, sino para cuando hagas sexo oral. Suena perfecto, ¿verdad? Bueno, tiene algunos inconvenientes. Al ser de base acuosa, dura menos tiempo y lo más probable es que tengas que volver a aplicarlo unas cuantas veces durante la masturbación o el sexo. Si buscas algo que te dure toda una noche de pasión desenfrenada, o algo para el sexo anal, esto no es adecuado. Tampoco sirve para el sexo bajo el agua, ya que se disuelve fácilmente.

A base de silicona

El gel a base de silicona es mucho más espeso que su homólogo a base de agua, por lo que dura mucho más. Es realmente sedoso y sólo un poco rinde mucho, así que puedes mantenerte duro toda la noche, puedes tener sexo anal con mucha menos fricción, e incluso puedes tener sexo bajo el agua. Y otra cosa importante: puedes utilizar un preservativo con este gel. ¿El inconveniente? Este tipo de lubricante no está recomendado para usar con juguetes de silicona. ¿Por qué? Porque puede dañarlos. La silicona y el silicón no se llevan muy bien. Además, no es comestible.

Con base de aceite

Si quieres lubricar tus partes íntimas, no te recomendamos los lubricantes con base de aceite, pero déjanos darte una solución por si ya tienes alguno en tu cajón de la mesilla y no quieres tirarlo. Los geles con aceite eran muy comunes hace unos años, pero no se recomiendan por varias razones: manchan la ropa y las sábanas, rompen los preservativos y además afectan a la flora vaginal pudiendo provocar infecciones. Entonces, ¿por qué se siguen produciendo? Pues porque son excelentes para el masaje. Para los masajes eróticos se utilizan geles a base de aceite, que se calientan rápidamente y son muy agradables para la piel. Además, algunos aceites de masaje tienen un efecto de calentamiento incorporado. Así que ya lo sabes: antes de ir directamente a los genitales, ¿qué tal un pequeño masaje?

Resumiendo:

¿Y tú? ¿Qué gel te gusta más? ¿Los conocías todos? Cuéntanoslo, ¡te leeremos!