3 ejercicios para potenciar tu energía sexual femenina
No sólo en este siglo, sino en toda esta época, nos hemos desconectado de nuestra sexualidad, nuestra sexualidad femenina. Porque hace más de 3.000 años que la naturaleza y la sexualidad femeninas fueron reprimidas en Occidente. Cuando la perspectiva aceptada y el culto a todo lo femenino se cambiaron por las ideas que mantenemos hasta hoy sobre el coito, la reproducción y la masturbación.
Tres cosas que tienden a asociarse, debido a la falta de educación sexual y a nuestra historia y cultura (en general), con la velocidad y la energía de acción masculina. Y que se han ido distanciando cada vez más del ritmo lento de la energía de la creación. Así como de la tierra y de la mujer.
La energía para dar vida. La energía de todo lo lento, sensual y erótico. Así es como pasamos de adorar la energía femenina, a ni siquiera involucrarla en absoluto en un encuentro erótico. El placer, la idea de lo que era el placer, se entremezcló con el deber de la procreación, y se basó en el placer de los hombres para dar forma a lo que hoy conocemos como "follar". Con la noción que aún arrastramos: "Teníamos que complacerles, porque sólo así podríamos alcanzar el placer, el reconocimiento y la valía".
Nota: Si eres hombre, también tienes energía femenina. Porque todos tenemos energía de acción y energía de creación. Porque, independientemente de si eres hombre o mujer, tienes una mezcla de masculino y femenino en tu cuerpo. Y puedes nutrirlas y potenciarlas, independientemente de tus genitales.
La energía femenina que perdimos
Hay cosas que no sabemos sobre la energía femenina porque ese conocimiento nos fue robado. No sabemos muchas cosas sobre cómo funciona el cuerpo de la mujer porque nadie ha estudiado a fondo el coito y la reproducción, ni el efecto que tienen en nuestros cuerpos.
Y por eso ignoramos cómo funciona o influye la menstruación, por ejemplo, en nuestra energía. Porque a) estudiar la energía femenina no es algo clínico ni con base científica, por lo que no interesa (y lo triste es que no hay datos porque no se ha estudiado, es la pescadilla que se muerde la cola) y b) es algo que sólo afecta a las mujeres y, por regla general, cuando es así, desaparece todo interés científico o de investigación.
¿Lo sabías? Aquí tienes más información: siguiendo con el ejemplo de la menstruación, sólo se ha estudiado cuando las personas no podían quedarse embarazadas y querían hacerlo o, en casos contrarios, cuando no se quería tener hijos, cuando se han tomado medidas para suprimir la menstruación. Pero... sin estudiar cómo afectan estas hormonas a nuestro organismo.
Porque el objetivo, una vez más, es que podamos follar y que los hombres puedan correrse dentro de nosotras sin preocupaciones, sin pensar en cómo afectan las píldoras anticonceptivas a nuestro cuerpo. Y lo que es más, la energía femenina que nos proporciona el propio ciclo menstrual apenas se ha contemplado. De hecho, todavía hay quien cree que la menstruación sólo dura el periodo de sangrado.
Recuperar nuestra sabiduría
Por eso, es importante que las mujeres tomemos las riendas y recuperemos esa sabiduría y poder sobre nuestros propios cuerpos. Y, para ello, la primera idea que tenemos que meternos en la cabeza es que somos seres sexuados y, como tales, nuestra vida gira en torno a nuestros impulsos sexuales, nuestro erotismo y nuestra energía. Cuanto más sepamos de nosotros mismos y de nuestro cuerpo, más disfrutaremos y más podremos ofrecer.
Para ello, he aquí algunos ejercicios fundamentales para tomar conciencia de la energía femenina que habita en nuestro cuerpo y para hacerla fluir. Obviamente, si es la primera vez que lo haces, no te frustres si no funciona a la primera. Date tiempo para conectar y mejorar la habilidad.
Cómo aprovechar al máximo tu energía sexual en 3 pasos
1. Conecta: Masajea tus pechos
No sólo para descubrirte y explorarte a ti misma, sino también para poner en movimiento tu energía del plexo, la energía que sale de nuestro pecho y que nutre a los demás cuando amamantamos. Estimularte con un masaje te ayudará a relajarte y a conectar contigo misma, y con tu placer.
No estamos acostumbradas a ser nosotras las que estimulamos nuestros pechos. Por eso, recuperar esta energía que tendemos a ofrecer sólo a los demás es un buen punto de partida para recuperarla para nosotras mismas.
2. Crea: Envía tu energía al útero
Mediante la intención y la visualización, combinadas con la respiración, podemos conseguir enviar esta energía hacia abajo. Conectarla con el útero, la vagina y la vulva.
Un ejercicio que suele funcionar, aunque sea la primera vez, es sentarse en el suelo con las rodillas ligeramente levantadas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo.
Si quieres, puedes apoyarte poniendo las manos detrás para tener más equilibrio. Una vez en posición, mueve las caderas en círculos siguiendo la respiración, hacia un lado y luego hacia el otro.
3. Expande: Envía la energía al resto de tu cuerpo
El último paso consiste en conectar la sensación del pecho con la del útero, la vagina y la vulva, y enviarla a la cabeza. La idea es transferir información y energía para que la cabeza, en conexión con las demás zonas, pueda transmitir la sensación al resto del cuerpo.